miércoles, 28 de septiembre de 2005

2-1: Soldado enloquece al Bernabéu en el día más histórico de Raúl

Se sufrió, injustamente, pero se sufrió para derrotar a un Olympiacos que igualó el marcador, por medio de Kafes, sin merecerlo y que sólo pudo ser superado gracias a un testarazo de Soldado a falta de cuatro minutos para la conclusión. Raúl, en su gol 50 en Europa con el Real Madrid, había sellado treinta minutos antológicos del equipo de Luxemburgo en la primera mitad. Con los tres puntos, y sin Sergio Ramos expulsado, el próximo 19 de octubre, el equipo recibirá al Rosenborg en el Santiago Bernabéu.

Contagiados por los últimos resultados, la afición del Real Madrid acudió al Bernabéu para el estreno europeo de la temporada ante un rival que traía gratos recuerdos, Olympiacos. Sin Zidane ni Ronaldo, Vanderlei Luxemburgo apostó por el mismo equipo que ganó en Vitoria, con la inclusión de Robinho por el ‘9’. Los primeros minutos fueron excelsos, llenos de energía, pasión y de entrega por parte de los jugadores, que dirigidos por Guti, lograban superar las diferentes barreras situadas por Trond Sollied. Primero Raúl, y posteriormente Baptista, estrenaron el casillero de oportunidades, pero Nikopolidis –inconmensurable- las abortó.
Histórico RaúlEra noche europea y Raúl estaba preparado para hacerse con un hueco más grande, si cabe, dentro de la historia del fútbol. En el minuto 9, rematando de cabeza una banana de Beckham, el ‘7’, el gran capitán, dejaba atrás a Alfredo Di Stéfano en la lista de máximos goleadores en Europa y con el Real Madrid. Cincuenta goles, cincuenta aportaciones a engrandecer una leyenda que mereció el aplauso y el reconocimiento de un público entregado a su jugador. El equipo hizo una piña entorno a Raúl, emocionado, pero consciente de que había que seguir luchando para conseguir tres puntos necesarios para seguir luchando en la Liga de Campeones.


Aunque la avalancha no se detuvo. Eran, sin lugar a dudas, los mejores treinta minutos de la temporada. Baptista, Beckham, Robinho, Raúl, Helguera…., combinaciones, oportunidades, cambios de orientación, permutas, paredes… el registro era muy amplio y el respetable estaba gozoso de este Real Madrid europeo. Sólo Rivaldo –bien secado por Pablo García-, con algunas acciones dignas de su calidad, ponía en aprietos a Casillas. Porque, pese a que el Olympiacos no lograba salir de su área, se debía matar el partido. Era Nikopolidis el único que sobrevivía a la tragedia griega. El portero campeón de Europa con Grecia se multiplicaba para despejar cabezazos, rechaces, disparos, obúses… Un muro infranqueable que sólo vio perforada su portería en una ocasión durante el acto inicial. La ovación al descanso era fiel reflejo del ambiente festivo de un Bernabéu que sólo había echado en falta mayor efectividad.MazazoDespués de quince ocasiones y once saques de esquina, en un tiro lejano de Kafes (47´) el duelo se igualaba. Caras de incredulidad porque los helenos no se habían hecho acreedores de semejante tesoro. Había que resurgir porque la victoria era muy necesaria. Pero Olympiacos se había crecido y se veía con posibilidades de puntuar en Madrid, y empleó sus armas, en muchos casos, basadas en el juego duro. Quince minutos tardó el equipo en recuperar el nivel del primer tiempo. Nuevamente, el balón y las ocasiones eran blancas. Costaba superar el entramado formado por Sollied en la medular, y cuando se doblegaba, los remates no encontraban la red de un Nikopolidis más tranquilo.


Los onces posanComo siempre, y con el mítico himno de la Champions de fondo, posaron los dos equipos.Transcurría el tiempo con la inquietante igualada en el electrónico, y Luxemburgo se decantó por Soldado para buscar el tanto del triunfo... que pudo haber llegado en un cabezazo de Baptista que se estrelló contra el larguero antes de ser sustituido (78´). Se olía la recompensa y la afición apretaba porque era necesaria su presencia para evitar un resultado comprometedor. El cansancio pasaba factura y Diogo le daba un respiro a Salgado.
¡Justicia!Cuando las reservas mandaban sobre las ideas, David Beckham agarró un balón en la derecha, apreció el desmarque de Soldado y le regaló un tanto que se tuvo que trabajar,

porque Nikopolidis sacó su primer remate. El canterano enloquecía de alegría porque la recompensa era de valor incalculable. Con sufrimiento, pero con merecimiento, el Real Madrid se llevó la victoria y tres puntos de oro. Ahora, con el tercer triunfo consecutivo, y con la sorprendente expulsión de Sergio Ramos en la prolongación, toca despedir este maratón de partidos ante el Mallorca el próximo domingo en el Bernabéu.

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